miércoles, 20 de noviembre de 2013

lunes, 4 de noviembre de 2013

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imagen archivo

El ex presidente del Gobierno, Felipe González, continúa volcado en su faceta como diseñador de joyas, donde apuesta por el ámbar y el coral, sus piedras preciosas predilectas. África y Latinoamérica son los lugares donde ha adquirido la mayor variedad de piedras con las que trabaja sus piezas.
Allí se deja cautivar por la artesanía del lugar y encuentra su pasión adquiriendo piedras de todo tipo y rápidamente percibe que 20 gramos de peso que puede tener una piedra, se adaptan perfectamente, para sostenerlos con sencillos engarces, respetando de este modo, la pureza de estas gemas biológicas de gran belleza.
Se reafirmó su conexión con las joyas públicamente, al empezar regalando un colgante de ámbar a su gran amiga Elena Benarroch, persona que a día de hoy se encarga de enseñar y vender las piezas en su nueva tienda Zurbarán 16 en Madrid. A partir de este momento realiza diversas colaboraciones con ella, destacando los pendientes de coral negro que lució Sonsoles Espinosa (esposa del expresidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero), en la boda de los Príncipes de Asturias; eran unas piezas originales, modernas y muy elegantes que caían hasta los hombros.
Felipe González no ha parado de crear joyas y todo de manera natural. Él sin pretenderlo ha marcado tendencia y se ha descubierto al gran público como un hombre creativo y sensible, aparte de político. Ahora ha vuelto a presentar su nueva colección, a través de la página web de su amiga Elena Benarroch, donde vuelve a apostar por el ámbar y el coral. Ahí podemos encontrar anillos, colgantes que con unos precios que oscilan entre los 400 euros y los 1500 euros.
Los objetos más caros que se pueden contemplar son una pulsera en ámbar valorada en 3.000 euros y un colgante en ámbar con un precio de 7.600 euros.Llama la atención sus formas desiguales que recuerdan elementos naturales como vientos, mareas o el resultado de la erosión de la tierra.
Uno de los elementos más llamativos y el único que utiliza una piedra diferente es un colgante de ébano con turquesa valorado en 2.000 euros. En esta ocasión presenta piezas dedicadas a los hombres: unos clásicos gemelos de tallas irregulares cuyo valor oscila entre 400 y 1.000 euros.